El Valle de Cocora es, sin lugar a dudas, una de las paradas obligadas para todo aquél que visite Colombia. Cocora es conocido por albergar las palmeras más altas del mundo, las llamadas palmas de cera, consideradas árbol nacional de Colombia. Pueden alcanzar una altura de hasta 60 metros y solo crecen a las sorprendentes alturas de entre 1.500 y 3.000 metros sobre el nivel del mar. En el Valle de Cocora encontrarás toda la escala cromática del verde entre sus montañas, en unas vistas que no te dejarán indiferente.
Se trata de un espacio natural situado en la cordillera Central de los Andes, en el departamento del Quindío, conocida zona cafetera. Forma parte del Parque Natural Nacional Los Nevados, donde se pueden encontrar cimas de entre 4.600 y 5.300 metros de altura, como el Nevado del Cisne (4.636m), el Nevado del Quindío (4.760m), el Nevado de Santa Isabel (4.965m), el Nevado del Tolima (5.220m) y el Nevado del Ruiz (5.311m).
¿Cómo llegar al Valle de Cocora?
La “ciudad base” para visitar el Valle de Cocora es el colorido pueblo de Salento. Las localidades más cercanas a Salento son Armenia al sur (25 km) y Pereira en el norte (37 km), ciudades a las que se puede llegar en avión. Después, desde Armenia ó Pereira, la opción más económica para llegar a Salento es tomar un autobús, o buseta como lo llaman los colombianos.
Nosotros volamos desde Medellín hasta Armenia, al Aeropuerto Internacional El Edén. Allí tomamos un taxi hacia el centro, hasta la Terminal de Buses y allí tomamos una de las busetas que nos llevarían hasta Salento. El trayecto fue de 1 hora aproximadamente y costó alrededor de los 7.500 COP (1,8€).
Ya en Salento y para llegar al Valle de Cocora, uno ha de dirigirse a la plaza de Bolívar, plaza principal, para coger el transporte estrella que son los Jeep Willys, como ya mencioné en el post de la mejor finca cafetera que visitar en Salento. El ticket se compra en una pequeña caseta, al lado de donde están aparcados los Jeep. El trayecto de ida cuesta unos 8.000 COP y se tarda unos 20-30 minutos en llegar a la entrada del Parque Nacional Natural Los Nevados.
Los primeros coches salen sobre las 5:30h de la mañana y lo hacen con una frecuencia de cada 30 minutos durante casi todo el día. La vuelta se hace de igual manera, con los Jeep Willys y el último coche sale del Valle del Cocora a las 18:30h.

Tiempo y mejor época para visitar el Valle de Cocora
El Valle de Cocora se puede visitar en cualquier época del año. La primavera está instalada allí casi de forma permanente, con una temperatura media anual de 15ºC, máximas de 25ºC y mínimas de 12ºC.
Ahora bien, debido a su altitud y al hecho de que los vientos que entran por el océano Pacífico quedan detenidos por la cordillera andina, se crea un ecosistema con un clima muy húmedo que hace que llueva a diario y que sea habitual encontrar las palmas rodeadas de neblina. Aún así, las vistas siguen siendo espectaculares.
La mejor recomendación es que, vayas a la época que vayas, lo hagas lo más temprano posible por la mañana, pues las lluvias son más comunes por la tarde. Así también aprovecharás mejor las horas de luz.
¿Qué necesito llevar en la mochila para ir al Valle de Cocora?
El trekking al Valle de Cocora no es exigente, se trata de una ruta sin ninguna dificultad técnica, aunque siempre ayuda tener buena condición física. La ruta circular completa es de unos 15 km, pero se puede adaptar al ritmo de cada uno. Por ejemplo, uno puede llegar hasta los Miradores y volver al inicio y esto serán 4 km. En cualquier caso, a continuación os dejo un listado de las cosas imprescindible que hay que llevarse al Valle de Cocora:
- Botas de trekking: el Valle de Cocora se encuentra en una zona de clima húmedo, donde la niebla y las lluvias son habituales. Es recomendable llevar botas de trekking, pues habrá que pasar por zonas de barro y cruzar algún que otro riachuelo. Si no llevas botas de trekking, en la entrada al Valle hay un par de puestos donde te alquilan botas de agua de goma.
- Impermeable: como acabo de comentar, el clima en el Valle de Cocora es húmedo y llueve casi a diario. Seguro que en algún momento durante la ruta te vas a mojar, así que no olvides una chaqueta impermeable.
- Agua: lleva agua suficiente para una ruta de unas 6 horas, pues no encontrarás ningún puesto donde comprar a lo largo del recorrido. Hay un par de tiendas en la entrada del parque donde puedes comprar bebida y snacks.
- Comida: es muy recomendable además de ser un plan perfecto para realizar un picnic con vistas espectaculares. Llévate comida, bebidas, snacks y párate cuando quieras a reponer fuerzas, pues no encontrarás ningún establecimiento a lo largo de la ruta donde poder comprar. Hay alojamientos en Salento en los que te preparan un “Lunch Pack” que incluye un sándwich, una bebida, una pieza de fruta y una chocolatina. Si lo pides la noche anterior, por la mañana lo tendrán listo para llevar. También puedes comprar algo en la plaza Bolívar de Salento, antes de subir al Jeep.
- Dinero en efectivo: la entrada al Valle de Cocora no es gratuita. Parece ser que el Bosque de las Palmas se encuentra dentro de dos fincas privadas, por lo que hay que abonar un importe en la entrada a la primera finca (5.000 COP) y otro en la salida de la segunda finca (4.000 COP). Y para el que desee visitar la Reserva de los Colibríes hay que pagar 15.000 COP. Así pues, el precio total es de 9.000 COP, y si además se visita la reserva de los Colibríes es de 25.000 COP.
Itinerario del trekking del Valle de Cocora
El recorrido completo circular, consta de una ruta de senderismo de unos 14 km con un desnivel de 550 metros, alcanzando una altura máxima de casi 3.000 metros. La excursión se puede completar en unas 4 o 6 horas, dependiendo del ritmo de cada uno. Los puntos de interés a lo largo del recorrido son: el Bosque de las Palmas, las letras de Valle de Cocora (desde 2019), el Mirador, la Finca La Montaña, Acaime o la Reserva de los Colibríes (opcional), La Estrella de Agua (opcional) y la zona de los puentes. Los que utilicéis Wikiloc, aquí podéis consultar la ruta.

Tomamos un Jeep a las 8:30h en la plaza principal de Salento. Había estado lloviendo por la noche, pero ahora no llovía y el cielo no estaba completamente tapado, así que tenía buena pinta. Llegamos a la entrada del parque alrededor de las 9:00h, después de unos 20-30 minutos en Willyz, donde además de turistas viajan locales, como una niña que dejamos en su colegio. Desde el mismo parking, me sorprendió ver ya las primeras palmeras.

Decidimos hacer la ruta en sentido inverso, al contrario que mayoría de la gente, pues así la mayor parte del trayecto se hace de bajada. Nada más entrar hay que pagar 10.000 COP en una caseta que hay. Se empieza caminando por una bonita pradera que ya está repleta de palmas, después se sigue por una pista forestal ancha y de suave pero constante subida. A nuestra izquierda quedan las letras de Valle de Cocora, antes de pasar por el Bosque de las Palmas y hasta llegar al Mirador.

No pudimos tener más suerte con el tiempo y es que no solo no llovió sino que hasta tuvimos algún minuto de cielo azul para fotografiar a las esbeltas palmas de cera!


Después del mirador, desde el cual se aprecia la escala cromática del verde en su plenitud, seguimos por la pista ancha que sigue subiendo hasta llegar a la Finca La Montaña, que se encuentra a 2.860 metros de altura. No supimos muy bien si la Finca era un restaurante, o una casa particular. Sentimos la necesidad de parar ahí a tomar algo, pues había una calma celestial y unas preciosas vistas, pero no vimos a nadie y lo vimos todo cerrado.

En este punto, en el que ya habíamos perdido de vista las palmas de cera, se empieza a descender hacia el fondo del valle, haciendo un zig zag por un camino que parece hecho por el ganado. El suelo empieza a estar cada vez más húmedo, pues nos vamos acercando al río Quindío. Una vez abajo, puedes seguir por la derecha hacia la zona de los puentes y ya de vuelta, o puedes desviarte un poco e ir a visitar Acaime, la Reserva de los Colibríes, que estaba a 1,8 km desde la Finca La Montaña.

Para llegar a Acaime, hay que subir de nuevo. En la entrada hay un cartel donde indica que entramos en una propiedad privada y que hay que pagar 15.000 COP para el acceso. La “Reserva de los Colibríes” se reduce a unos cuantos bebederos con néctar, donde los colibríes vienen a beber. Hay una caseta de madera, con una cocina de muy alta dudosa salubridad y varias mesas largas bajo un techo de uralita. Los 15.000 COP incluyen un refresco o bebida caliente y aprovechamos para probar el famoso chocolate con queso. Lo mejor de este sitio es que parece que los colibríes están tan acostumbrados a la gente, que los puedes fotografiar a dos dedos de distancia sin que se asusten.

De todas formas, decidimos comer aquí. Nos sentamos en las mesas de madera largas, con el resto de la gente y sacamos nuestro sandwich, nuestra pieza de fruta y nuestra bebida. Después echamos unas cuantas fotos a los colibríes y emprendimos de nuevo la marcha.

Había que bajar de nuevo, hasta el mismo punto donde empezamos a subir y allí continuar la ruta circular. Fuimos preguntando a la gente que nos encontramos, ya que no lo vimos la ruta muy clara. Preguntamos por la zona de puentes y todo el mundo nos sabía indicar sin problema, pues la mayoría de gente venía de ese lado.

La zona de los puentes es preciosa, estábamos totalmente adentrados en el bosque y todo seguía siendo verde con el añadido del murmullo del río Quindío. Hay que cruzar el río entre 6 o 7 veces sobre unos puentes de madera, a cuál peor conservado, pero que añadió emoción al trekking.
Después de pasar todos los puentes y alejarnos del río, se entra en una pradera donde de nuevos aparecen cientos de palmas de cera que se elevan hacia la neblina. Sí, ya estaba todo lleno de niebla y empezaron a caer cuatro gotas. Pero el paisaje seguía siendo espectacular.

Al llegar al final del camino que veis en la fotografía anterior, nos encontramos la segunda caseta donde hay que abonar de nuevo 15.000 COP para salir de la finca. Después de eso caminamos un poquito más hasta llegar de nuevo en el parking, donde cogimos un jeep sobre las 18:00h de la tarde, que nos llevaría de nuevo a Salento.
A resumidas cuentas, visita obligada al Valle del Cocora, con posible omisión a la Reserva de los Colibríes. Si nunca has visto colibríes sí te aconsejaría que fueras, pues como ya he comentado, los puedes tener a dos dedos de tu nariz y es impresionante verlos así. Si por otro lado ya has visto colibríes, el desvío a Acaime no te aportará nada, ¡más que cansancio por subir y bajar!
Si lo tuyo no es caminar, puedes hacer este Tour por Salento y Valle de Cocora en Jeep.
A finales de 2019, el Valle de Cocora se apuntó a la maldita moda de poner instalaciones varias para que los turistas se echen sus fotos para Instagram. Así pues, el que esté interesado puede encontrar la famosa Mano de Acaime dentro del Café La Finca, así como las letras de Yo Amo Cocora, o Valle del Cocora, alas de colores, marcos y demás.